Todo el mundo nace para estar predestinado con alguien. Es como si esas dos personas llevaran el mismo código, único e irrepetible. Es como si esas dos personas fueran los mismos polos opuestos. Somos como una media naranja en busca de nuestra otra media mitad. Hay veces que la encontramos a la primera, otras a la segunda. O simplemente hay veces que no la encontramos. ¿Cómo saber dónde buscar? Esa media naranja puede estar a 1000 kilómetros de ti, o puede estar delante de tus narices. Joder, hay veces que creemos que la distancia es la cuestión, y no es así. Abre los ojos, mira hacia adelante. En cuanto menos te lo esperes sucederá.sábado, 16 de abril de 2011
Nos pertenecemos
Todo el mundo nace para estar predestinado con alguien. Es como si esas dos personas llevaran el mismo código, único e irrepetible. Es como si esas dos personas fueran los mismos polos opuestos. Somos como una media naranja en busca de nuestra otra media mitad. Hay veces que la encontramos a la primera, otras a la segunda. O simplemente hay veces que no la encontramos. ¿Cómo saber dónde buscar? Esa media naranja puede estar a 1000 kilómetros de ti, o puede estar delante de tus narices. Joder, hay veces que creemos que la distancia es la cuestión, y no es así. Abre los ojos, mira hacia adelante. En cuanto menos te lo esperes sucederá.