Y es que podría dibujarte sin ni siquiera mirar a la hoja de papel. Tu mirada, me hipnotiza, hace que sienta un cosquilleo en el estómago, una cosa llamada mariposas. Tus labios, me seducen, me trasladan a lugares insospechados, me arreglan los problemas. Eres del tipo de persona que tiene 600 clases de sonrisas, todas ellas me las regalas sólo para mí. Haces que me sienta la única en el mundo. Haces que le saque la lengua a los problemas, y que en las caídas, me levante, y en las alegrías, me enamore aún más de tí. Quizás haya sido amor a primera vista. Quizás haya sido una casualidad habernos conocido. Aunque de casualidades está lleno el mundo. Yo, por el momento, sigo creyendo que esto fue cosa del destino.
Sencillamente precioso (L)
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