¡De vuelta!

Bueno, no sé cómo comenzar. Quizás con un hola de nuevo, porque ¡anda que no ha llovido desde la última vez que publiqué mi última entrada!. No fue sencillo tener que dejar por una larga temporada el blog, aunque lo cierto, es que como me requería muchísimo tiempo, tuve que tomar la dolorosa decisión de dejarlo por un tiempo. En primer lugar, lo siento por todas aquellas personas que hayan estado día a día entrando en el blog. Pero, ya estoy aquí de nuevo. ¿Mi decisión de volver? Quizás una parte de mi no era la misma sin "Hoy, voy a comerme el mundo", sin vosotros, por supuesto. Y lo dicho, tenía un hambre voraz de volver a escribir. Lo necesitaba como el respirar. Y un día, visitando una serie de páginas en Internet, por casualidad, o mejor dicho, el destino quiso que encontrara de nuevo la solución. Hasta hoy, y lo tengo muy decidido. Desde el primer día que hice clic a "publicar entrada" todo cambió en mi vida. Todo. Y llegaba a ser tal  mi dependencia, que mi mundo giraba en torno a mi otro mundo de la blogosfera. Y es que, en cierto modo, no es más que abrir un libro por una página y leer en voz alta. Leer, no sabes muy bien a quién, pero gritar en silencio lo que sientes. Para mi esto significa muchísimo, y sinceramente os diría que intentaría renovar casi todos los días, pero, en mi opinión, no hay nada mejor que no escribir por escribir, sino escribir porque realmente te sale de dentro. Hasta aquí todo, y gracias. He vuelto, eso sí que os lo prometo.